domingo, 29 de noviembre de 2015
martes, 8 de septiembre de 2015
domingo, 21 de junio de 2015
solsticio de verano
Solsticio de verano
parada del sol.
del 21 al 24 de Junio, en el emisferio norte ,
el sol parece que se detiene y se muestra en su máximo explendor.
Las 'Celebraciones del Sol' es una actividad sistemática del Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera que se realiza cuatro veces al año, al comienzo de cada estación.
Los ciclos astrales no pasaron desapercibidos para ninguna sociedad en la antigüedad y,
menos aún, para las megalíticas.
Es más, estos ciclos astronómicos marcaban los ritmos en todos los aspectos de la vida,
desde la cosecha a los rituales de la muerte.
Menga, Viera y El Romeral forman un conjunto de Dólmenes en Antequera.
Los dólmenes megalitos constituyen las primeras formas de arquitectura monumental en la Prehistoria europea, desarrollándose, de acuerdo con los datos actualmente disponibles, desde comienzos del V milenio antes de nuestra era, período Neolítico, hace unos 6.500 años.
El significado simbólico exacto de que casi todas las cámaras megalíticas andaluzas miren al orto solar o salida del sol, no se conoce, pero es muy probable que la ideología religiosa estableciera que la luz del sol naciente era necesaria para que los muertos resucitaran en la otra vida.
Está orientado hacia el oreste ,es decir,
al norte de la salida del sol en el solsticio de verano,
algo totalmente anómalo en el contexto cultural en el que se sitúa.
Esto significa que se encuentra fuera del arco en el que el sol puede aparecer en el horizonte.
Sin embargo esta peculiaridad se comprende rápidamente
si se sitúa a la entrada del dolmen dirigiendo su vista hacia el frente.
Su mirada se topará con la excepcional Peña de los Enamorados,
un hito espacial cuyo perfil nos recuerda la cara de una mujer durmiente mirando hacia el cielo.
En la barbilla de dicho perfil se encuentra el abrigo de Matacabras
donde se disponen pinturas rupestres,
lo que viene a reforzar la convicción de la importancia otorgada a tal lugar.
En los albores del solsticio de Verano Menga se convierte en un lugar mágico,
incidiendo la luz del sol directa hasta su séptimo ortostato.

sábado, 23 de mayo de 2015
Martinica y Gauguin
Algunas obras de Paul Gauguin en Martinica 1887, desde donde escribió una carta a su mujer diciendole:
Nos hemos instalado en una cabaña de negros y es un paraíso al lado del istmo [de Panamá]. Por debajo nuestro está el mar adornado de cocoteros, por encima, árboles frutales de todas las especies a veinte y cinco minutos de la villa.
domingo, 17 de mayo de 2015
Un mosaico mozartiano
Tres camaleones verdes echan carreras a través de la terraza;
uno se detiene a los pies de madame chasqueando su ahorquillada lengua, y ella
comenta:
—Camaleones. ¡Qué excepcionales criaturas! La manera en que
cambian de color. Rojo. Amarillo. Lima. Rosa. Espliego. ¿Y sabía usted que les
gusta mucho la música? —me contempla con sus bellos ojos negros—. ¿No me cree?
A lo largo de la tarde me ha contado muchas cosas curiosas.
Que, por las noches, su jardín se llena de enormes mariposas nocturnas. Que su
chofer, un digno personaje que me ha conducido a su casa en un Mercedes verde
oscura, había envenenado a su mujer y luego se había fugado de la Isla del
Diablo. Y me ha descrito un pueblo en lo alto de las montañas del norte que
esta enteramente habitado por albinos: individuos menudos, de ojos rosados,
blancos como la tiza. De vez en cuando se ven algunos por las calles de Fort de
France.
—Si, claro que la creo.
Ladea su cabeza plateada.
—No, no me cree. Pero se lo demostrare.
Diciendo esto, entra resueltamente en su fresco salón
caribeño, una estancia umbría con ventiladores que giran suavemente en el
techo, y se coloca ante un piano bien afinado. Yo sigo sentado en la terraza,
pero puedo observarla: una mujer elegante, ya mayor, producto de sangres
diversas. Empieza a tocar una sonata de Mozart.
Finalmente, los camaleones se amontonan: una docena, otra más,
verdes la mayoría, algunos escarlata, espliego. Se deslizan por la terraza y
entran correteando en el salón: un auditorio sensible, absorto en la música que
suena. Y que entonces deja de sonar, pues mi anfitriona se yergue de pronto,
golpeando el suelo con el pie, y los camaleones sales disparados coma
chispas de una estrella en explosión.
Ahora me mira.
—Et maintenant? C'est vrai?
—En efecto. Pero resulta muy extraño.
Sonríe.
Al levantar los ojos del
demoníaco brillo del espejo, noto que mi anfitriona se ha retirado
momentáneamente de la terraza y ha entrado en su salón umbrío. Resuena un
acorde de piano, y otro. Madame esta jugando con el mismo son. En seguida se
reúnen los amantes de la música, camaleones escarlatas, verdes, espliego, un
auditorio que, alineado en el suelo de terracota de la terraza, se asemeja a una extraña adaptación
escrita de notas musicales. Un mosaico mozartiano.Música para camaleones......Truman Capote.
domingo, 10 de mayo de 2015
La historia, aleteos de infinitas mariposas
Yo diría que la historia del mundo, la historia del planeta, de todo lo que ha pasado aquí, en el fondo son infinitas mariposas que dan origen a infinitos terremotos, y nosotros vivimos en esta especie de seguridad falsa que es el hecho de que somos un cuerpo, tenemos una inteligencia, nuestros límites y nuestras referencias están determinadas no tanto por nosotros sino por la costumbre, por la herencia, por lo que encontramos cuando nacemos.
Y esto es nuestra seguridad, pero si nos paramos a pensar un poquito en lo que efectivamente está ahí, yo creo que esto tendría como consecuencia un vértigo infinito, sería un vértigo espiritual en la mente, que sería casi incapaz de ubicarse, porque en el fondo nosotros decimos: el Universo está ahí y, bueno, hasta ahora no hemos podido comprenderlo, quizá algún día se pueda reducir el Universo a una ecuación, quizá no
José Saramago.
Y esto es nuestra seguridad, pero si nos paramos a pensar un poquito en lo que efectivamente está ahí, yo creo que esto tendría como consecuencia un vértigo infinito, sería un vértigo espiritual en la mente, que sería casi incapaz de ubicarse, porque en el fondo nosotros decimos: el Universo está ahí y, bueno, hasta ahora no hemos podido comprenderlo, quizá algún día se pueda reducir el Universo a una ecuación, quizá no
José Saramago.
viernes, 13 de marzo de 2015
Azul crepuscular
El azul crepuscular había inundado todo el paisaje. Las voces de los pájaros yacían dormidas en sus
menudas gargantas. Al alejarme de las aguas que corrían, entré en una zona de absoluto silencio. Y mi
corazón salió entonces del fondo de las cosas como un actor se adelanta en la escena para decir las
últimas palabras dramáticas. Paf... paf... Comenzó el rítmico martilleo y por él se filtró en mi ánimo
una emoción telúrica. En lo alto, un lucero latía al mismo compás, como si fuera un corazón sideral,
hermano gemelo del mío y como el mío lleno de asombro y de ternura por lo maravilloso que es el mundo.
Ortega y Gasset
Coney Island. Lou Reed.
viernes, 2 de enero de 2015
Un año más
La Luna emite una luz, pero a ella no se advierten los colores; pero en cuanto se alza el Sol es posible distinguirlos a todos entre sí. Así pues, la Naturaleza tiene una luz que brilla como el Sol; e igual que la luz del Sol respecto a la de la Luna, así la luz de la Naturaleza brilla más allá de la fuerza de los ojos. A su luz se hace visible lo invisible; por ello, tened siempre presente que una luz eclipsa a la otra.
Sabed que nuestro mundo y todo lo que vemos y podemos tocar en nuestro entorno no son más que la mitad del Cosmos. Aquel mundo que no vemos es igual al nuestro en peso y medida, en esencia y condición. De donde se sigue que también hay otra mitad del hombre que actúa en ese mundo invisible. Cuando sabemos de la existencia de ambos mundos, entendemos que sólo las dos mitades forman un hombre completo; porque son por así decirlo como dos hombres unidos en un cuerpo.
Como el Sol puede brillar a través de un cristal y el fuego irradia calor de las estufas, aunque no atraviesen ambos cuerpos, así el cuerpo humano puede hacer que su fuerza actúe a lo lejos y seguir quieto en su sitio, como el Sol que brilla a través del cristal y sin embargo no lo atraviesa. Por eso no se puede atribuir nada al cuerpo mismo, sino sólo a las fuerzas que brotan de él, igual que el olor del almizcle, aunque su cuerpo pueda estar quieto.
La Naturaleza emite una luz por cuyo propio brillo puede reconocérsela
Los pensamientos son libres y nada los domina. En ellos reposa la libertad del hombre, y ellos aventajan la luz de la Naturaleza. Porque de los pensamientos nace una fuerza creadora que no es ni elemental ni sideral... Los pensamientos crean un nuevo cielo, un nuevo firmamento, una nueva fuente de energía de la que fluyen nuevas artes... Si uno se propone crear algo, crea por así decirlo un nuevo cielo, y del mismo afluye a él la obra que quiere crear... Porque tan poderoso es el hombre, que es más que cielo y tierra.
Paracelso.
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