Ha muerto Tápies, el último pilar de la vanguardia de posguerra.
Descansa en paz .
Y pensé que por la tarde, cuando fuese al parque como siempre, encontraba charcos
de agua en los senderitos....y dentro de cada charco, por pequeño que fuese
estaría el cielo....el cielo que a veces rompía un pájaro....un pájaro
que tenía sed y rompía sin saberlo el cielo del agua con el pico....y
unos cuantos pájaros chillones que bajaban de las hojas como relámpagos
se metían en el charco, se bañaban con él con las plumas erizadas y
mezclaban el cielo con el fango
y con picos y con alas........contentos........
*La plaza del diamante*. Mercé Rodoreda