domingo, 11 de diciembre de 2011

Morir por la belleza

Morí por la Belleza, pero apenas
acomodada en mi tumba,
uno que murió por la Verdad
yacía en un cuarto contiguo.

Me preguntó en voz baja por qué morí
- Por la Belleza -, respondí
-Y yo por la Verdad- Las dos son una
-somos hermanos- respondió.

Y así, como parientes, reunidos una noche
hablamos de un cuarto a otro
hasta que el musgo alcanzó nuestros labios
y cubrió nuestros nombres.


Emily Dickinson

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